Una mujer hermosa y cautivadora con una ropa muy reveladora está de pie junto a un hombre con las manos atadas e indefensas. Sus ojos ahora son feroces y posesivos, ella es la jefa, una fuerza dominante en su vida. Los procesos de la escena están pintados con la suficiente viveza para describir cada jadeo y gemido del personaje principal masculino de la novela.