Una retroalimentación inusual de encogimiento de hombros sexual ocurre en esta escena, donde una mujer japonesa desnuda le da un masaje a un hombre desnudo. Ahí es cuando se da cuenta de la 'magia' que ella está trabajando, y uno solo puede hacer una pausa para admirar sus grandes tetas mientras rebotan y excitan cada vez que ella hace el movimiento. El cliente mismo pierde la inhibición de verla bailar y balancearse al ritmo.